jueves, 5 de noviembre de 2020

¿ES LA VIOLENCIA UNA FORMA LEGÍTIMA DE COMBATIR LA INJUSTICIA? MENGELE ZOO

Mengele Zoo es una expresión brasileña para indicar que una situación está fuera de control y es también el título de la mejor novela que he leído en los últimos años. Por supuesto que ambos, título y expresión, hacen referencia al siniestro doctor Josef Mengele, pero la historia de Mengele Zoo no gira en torno al holocausto nazi ni a los experimentos de quién fue conocido como el ángel de la muerte. La historia escrita por el noruego Gert Nygardshaug denuncia otro holocausto que viene desarrollándose durante décadas de una manera tan silenciosa como mortífera: la destrucción de las selvas tropicales. 

Las selvas tropicales son la principal reserva de vida del planeta. Y su destrucción trae consigo el genocidio de los pueblos indígenas que en ella habitan así como la extinción de miles de especies vegetales y animales. Este es el sustrato en el que Nygardshaug planta la semilla de la historia de Mino, un niño nacido en las profundidad de la selva amazónica, que logra sobrevivir a la masacre de su pueblo cuando deciden plantar cara a los gringos y terratenientes que arrasan sus tierras en busca de petróleo.

La venganza de Mino contra todos aquellos que destruyen el planeta buscando el beneficio económico propio sin importarles el daño ocasionado al resto de la humanidad es el tronco de la trama de Mengele Zoo. El recurso del personaje de Mino a la violencia más extrema para lograr su objetivo, acabar con los responsables de un ecocidio que pone en peligro el futuro del planeta, lejos de provocar rechazo en el lector le ensalza a la categoría de héroe.

Mengele Zoo, como las flores de un árbol amazónico, ofrece a los lectores momentos de una intensa belleza, pinceladas de realismo mágico y una riqueza descriptiva de especies vegetales y animales sin comparación posible con cualquier otra novela que haya leído (en ciertos momentos me ha recordado a Gerald Durrell, pero siendo infinítamente más ameno que este). Imagino que el proceso de documentación de Nygardshau. de quien dicen que gusta de viajar a Sudamérica y visitar excavaciones arqueológicas, ha sido tan extenso como riguroso, y se aprecia en su obra. 

Los lectores timoratos quizá no reciban bien esta obra, que en el año 2007 fue elegida como la mejor novela noruega de los últimos cien años. Y es que el autor no oculta en ningún momento su ideología (fue candidato en el partido RED noruego) y sus personajes no se muerden la lengua al denunciar la bajeza moral de los valores predominantes en nuestra sociedad: "Has matado. Te has convertido en un asesino y un criminal. Nuestra escala de valores para lo que realmente es un asesinato y un homicio no cuenta. La moral de quienes poseen el poder les ha lavado el cerebro a tres cuartas partes de la humanidad." (pág. 436)

No quiero terminar esta reseña sin destacar la hermosa cubierta del libro que coeditan con el esmero al que nos tienen acostumbrados Nórdica y Capitan Swing. No obstante, para próximas ediciones estaría bien que dieran un nuevo repaso al texto, ya que hay demasiadas erratas para un libro tan bien editado.

Espero con impaciencia las dos novelas que cierran la trilogía de Mino. Ojalá que sean traducidas al castellano y publicadas en España antes de que los propietarios de los derechos cinematográficos de esta obra las lleven a nuestras pantallas. 

NOTA: Hoy se inaugura en Barcelona la exposición fotográfica de mi admirado Gervasio Sánchez titulada "Activistas por la vida". Os dejo el enlace por si tenéis la fortuna de poder pasaros a verla.

http://artssantamonica.gencat.cat/es/detall/Activistes-per-la-vida


 

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